Cesta de navidad gigante

Ya es un tradición, obtener una festa de navidad. Pero... ¿alguien se imagina que le toque la cesta de navidad más grande del mundo?



Esta interesante cesta, apareció, cómo si nada, en la parte de atrás de un restaurante en Calamocha, Teruel (España). Este restaurante sortea una cesta, en la que se han gastado, aproximadamente, unos... 200.000 euros. Cómo no, como se puede apreciar en la imagen (impresionante, ¿no?) en esta mega-cesta de navidad se incluían productos "de toda la vida", como jamones y turrones, de los más selectos. También se incluían, regalos asombrosos, cómo dos coches, una moto, un viaje, y, hasta un lingote de oro que vale más de 36.000 euros. 




Lo que las cestas de navidad contienen desde siempre, productos típicos cómo jamones ibericos, trrón, licor o alguna otra cosa, los dueños de este bar de Calamocha, lo han convertido en algo grande, monumental, gigantesco...

Pero, para el restaurante "Mariano" (el nombre del restaurante, haciendo honor al nombre de su propietario; Mariano Sanz) ese listado de cosas que hemos dado antes no es suficiente, la lista sigue y sigue. Incluye también, un vehículo monovolumen, una moto BMW (de las caras, de 1.000 cc) , con su caco :D , y un fantástico Mini Coupé, biplaza. Además, esta megacesta contiene dos bicicletas eléctricas, una televisión de plasma de 55 pulgadas (por si fuera poco, con conexión a Internet), una plataforma vibratoria, para perder algún que otro kilito de sobra... , 5.000 euros en lotería de navidad, y además del Niño de todas, y digo, absolutamente todas, las terminaciones. (estoy un 98% seguro, de que a quién le toque esta cesta, también le toca la lotería. ¡Premio extra!). 







Y la lista, es aún más grande, se oferta también dos relojes (de lujo) valorados en 17.000 euros, un iPad, una cámara de fotos Samsung, dos consolas de vídeojuegos (las dos de Nintendo), un viaje a Nueva York para dos personas, nada más, ni nada menos que 54 jamones ibéricos de los buenos, y de los más selectos, mucho queso y turrón, ibéricos, licores, una tienda de campaña, y un saco de dormir. 




Lo que a Mariano le permite avanzar este proyecto ; es la alegría de a quién le toca esta maravillosa cesta, y les anima, así mismo, a hacerlo un año tras otro..., según a explicado el propietario a Efe.


Lo más curioso, es que una vez que compraron el coche, no había espacio en el bar, con la gran cantidad de productos, así que, el coche monovolumen lo tuvieron que colocar en el mismísimo tejado del restaurante.

Imagenes: Efe y Muy Tranquilo